En múltiples ocasiones, empresas recurrieron al plagio de diseños de particulares y de comunidades para vender sus productos, sin consecuencias.

Jessica Martínez

Un día, el ilustrador gráfico Guffo Caballero acudió a una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey ( MARCO ). Lo que debía ser una agradable experiencia de apreciación artística, se convirtió en el inicio de una batalla por el plagio de su obra intelectual.

“Me di cuenta porque fui a MARCO porque era una exposición nueva de una escultora, MARCO es el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. Y pues al acabar del recorrido, fuimos a la tienda mi esposa y yo. Y mi esposa estaba viendo ahí algunos souvenirs. Agarro un calendario y me dice: ‘Oye, ¿esto no lo dibujaste tú?’.

Y pues veo y sí, había un cal

See Full Page