Gregory Bovino, jefe de la Patrulla Fronteriza de El Centro (California), se ha convertido en el rostro de las redadas masivas del presidente Donald Trump, tras implementar en las grandes ciudades viejas tácticas usadas en las fronteras de EE.UU., lo que le ha valido la etiqueta de “enemigo” de los inmigrantes.

Bovino, de 57 años, dirigió los operativos migratorios en Los Ángeles y Chicago, que generaron una férrea ola de protestas por el uso de fuerza en las detenciones y los engaños con los que fueron atraídos los inmigrantes.

Su nombre es usado como publicidad de la dureza de los operativos migratorios que apuntan a las grandes ciudades demócratas, como es ahora el caso de Charlotte (Carolina del Norte), donde el jefe llegó con sus agentes el fin de semana para echar adelante un ope

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