En el salón Martín Fernández de la Torre del Santa Catalina a Royal Hideaway Hotel , se vivió una cata histórica guiada por Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, Conde de Creixell, presidente y alma de Marqués de Murrieta , una de las bodegas más respetadas del mundo.

Más de 80 invitados, entre chefs, sumilleres, restauradores, hoteleros y figuras clave del sector gastronómico de la provincia de Las Palmas, se reunieron para asistir a un acontecimiento sin precedentes en Gran Canaria: probar las nuevas añadas de una bodega que nunca ha jugado al negocio fácil, sino al arte, a la paciencia y a la lealtad más pura hacia el vino.

Vicente Dalmau habló, sin filtros y sin prisas de su propia historia, tomando como punto de partida el fallecimiento prematuro de su padre, a los 46

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