Con toda intención, escribo antes de que se celebre la marcha. ¿Por qué? Por la simple razón del tráfago mediático que se ha generado en torno a la misma desde el gobierno federal. En un país que se cae a pedazos, ¿es correcto, legítimo o pertinente que el gobierno opine —y además descalifique— la marcha del 15 de noviembre y a la Generación Z?

Pero, antes, el asunto ese de que México se cae a pedazos: las tasas de homicidio en nuestro país continúan en niveles extremadamente altos y, aunque el gobierno afirme lo contrario y sostenga que los homicidios van a la baja, el número de desaparecidos se ha incrementado sospechosamente; por lo que hace a la impunidad y al estado de derecho, el sistema de justicia se percibe más débil que nunca, con demoras, falta de autonomía efectiva del Ministe

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