Las hipotecas mixtas llevan meses consolidándose como una alternativa muy atractiva para quienes quieren comprar vivienda sin tener que elegir entre una fija “para toda la vida” o una variable completamente ligada al Euríbor. Su fórmula es sencilla: varios años de cuota fija para arrancar con estabilidad , seguidos de un tramo variable que suele ofrecer una cuota más ajustada si los tipos se moderan en el futuro.

Este equilibrio las convierte en una opción interesante para perfiles que necesitan controlar su presupuesto durante los primeros años (por ejemplo, familias que están empezando o compradores que prevén más gastos iniciales) pero que no quieren renunciar a un interés más competitivo a largo plazo. El ranking de noviembre llega con hipotecas mixtas por debajo del 2% en su tram

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