Comprender a los animales a través de su comportamiento no es nada fácil incluso para quienes conviven con ellos a diario. En el caso de los gatos , son animales con una biología particular, hábitos propios de un depredador y un universo emocional y cognitivo que no siempre logramos entender. Lo que para muchos dueños es «normal» en realidad puede ser un indicador de estrés o aburrimiento. Y uno de los aspectos donde más errores se cometen es, precisamente, en la alimentación .

En este contexto, Mary Granero, etóloga especializada en comportamiento felino y autora de «Lo que la ciencia sabe de tu gato», advierte sobre un aspecto clave pero que, sin embargo, suele pasar desapercibido: la manera de alimentar a los gatos condiciona su peso, su salud mental y hasta su nivel de actividad. Lo que parece una tarea sencilla (poner pienso en un cuenco) puede tener consecuencias silenciosas a medio y largo plazo. Su advertencia se centra en un aspecto tan habitual como subestimado: el descanso felino .

¿Qué revela realmente el comportamiento de descanso de los gatos?

Para entender por qué los gatos pasan tantas horas durmiendo , lo primero es conocer su origen. Aunque vivan en un piso y duerman en una cama mullida, en realidad son depredadores nacidos para cazar, una actividad que consume enormes cantidades de energía. Por este motivo, pueden dormir entre 12 y 16 horas al día, aunque algunos alcanzan las 18 en función de su edad, temperatura ambiental, estado de salud o nivel de actividad.

Ahora bien, incluso cuando están dormidos, muchos gatos permanecen en un estado de semi vigilia, listos para reaccionar ante cualquier estímulo. Sin embargo, en el entorno doméstico, dormir tanto ya no cumple la función de conservar energía para cazar , porque su comida está garantizada. Y ahí comienza el problema.

Según Granero y otros expertos, el error más común entre los dueños de gatos es poner la comida en el cuenco , de tal manera que el gato pueda acceder a ella sin ningún tipo de esfuerzo. Lo que para una persona es una forma lógica y cómoda de alimentar a su mascota, para el gato supone la pérdida de una parte fundamental de su comportamiento natural.

Cuando el gato doméstico recibe su comida servida y lista para comer , ocurren tres cosas:

  • Consume muy poca energía, pero ingiere la misma cantidad de alimento, e incluso más. Éste es uno de los factores que explican por qué en los últimos años el número de gatos con obesidad ha aumentado significativamente. Cabe recordar que la obesidad aumenta el riesgo de sufrir diabetes, problemas intestinales, artrosis, enfermedades hepáticas y trastornos respiratorio.
  • Por otro lado, cuando un gato que no tiene estímulos suficientes termina adoptando estrategias de enriquecimiento autodirigido: arañar cortina, tirar objetos al suelo para verlos rodar, acechar sombras o reflejos, morder cables… Un gato aburrido es un gato que busca desesperadamente imitar la caza en cualquier objeto en movimiento.
  • Finalmente, su bienestar físico, mental y emocional se ve seriamente comprometido.  La falta de actividad genera estrés, ansiedad y, en algunos casos, apatía. Un gato que duerme demasiado puede ser un síntoma de aburrimiento y falta de estimulación cognitiva.

Cuando se combinan estos factores, aumentan las probabilidades de que el gato desarrolle problemas conductuales que los dueños no suelen asociar al entorno o al método de alimentación.

Transformar la comida en un juego

La recomendación principal de los etólogos es recuperar la parte de caza, pero adaptada al hogar . No se trata de que el gato sufra para conseguir comida, sino de devolverle parte de su motivación innata. Éstas son las estrategias más efectivas:

  • Alimentadores interactivos o «puzles». Son juguetes diseñados para que el gato manipule el objeto hasta liberar pequeñas porciones de comida.
  • Esconder pequeñas raciones por la casa. Permite que el gato rastree distintas zonas, huela, explore y consiga pequeñas «victorias».
  • Dividir las comidas en más tomas y en diferentes lugares. Simula la conducta de un felino salvaje, que captura varias presas pequeñas al día.
  • Crear circuitos elevados y zonas de acecho. La altura y los escondites les dan una perspectiva más estimulante y aumentan el enriquecimiento ambiental.

En definitiva, los gatos requieren una alimentación que respete su naturaleza depredadora y que los invite a moverse, pensar y explorar. El mensaje de los expertos es claro: «si el gato duerme en exceso, puede que su mente y su cuerpo no estén recibiendo lo que necesitan. No es solo sueño: es falta de estímulos».

Cuando un gato tiene interactuar con su entorno para obtener alimento , activa su instinto natural de caza, algo esencial para mantenerlo estimulado tanto física como mentalmente. Este tipo de alimentación reduce el aburrimiento, favorece el ejercicio, ayuda a prevenir el sobrepeso y disminuye conductas indeseadas relacionadas con la falta de actividad. ¿El resultado? Un gato más equilibrado, más feliz y con un comportamiento mucho más armonioso dentro del hogar.