A más de cien años de su muerte, el austríaco Gustav Klimt ha vuelto a sacudir el mercado del arte. Su enorme " Retrato de Elisabeth Lederer" , pintado entre 1914 y 1916, que fue confiscado por los nazis, se vendió por 236 millones de dólares . Una cifra récord que la convierte ahora la obra de arte moderno más cara de la historia.

El genio de Klimt volvió así a los titulares luego de que su “Dama con abanico” se vendiera hace dos años en la misma casa de subastas sede Londres por 108 millones de dólares. Klimt había empezado a trabajar en el retrato de esa mujer de hombros descubiertos y pelo recogido sobre un fondo amarillo estampado de flores poco antes de morir, a sus jóvenes 55 años.

Como en ese caso, el retrato de Elisabeth Lederer, de 180,4 por 130,5 de tamaño, superó por le

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