Washington. - El gobierno de Donald Trump ha impulsado restricciones para los estadounidenses transgénero en casi todos los ámbitos, incluido el servicio militar y la participación en equipos deportivos, pero quizá ninguna medida haya asestado un golpe tan amplio y directo a su identidad y participación en la vida pública como una nueva política sobre pasaportes que la Corte Suprema ha permitido este mes que entre en vigor.

Ahora, los pasaportes deben reflejar el sexo que figura en el certificado de nacimiento original de una persona, independientemente de que coincida o no con su identidad de género. Esta política revierte la práctica que el Departamento de Estado ha seguido durante décadas, tanto bajo gobiernos demócratas como republicanos, de permitir a los estadounidenses transgénero

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