El hojaldre es una de esas masas capaces de convertir cualquier receta en un bocado especial: crujiente, ligera y siempre agradecida en la cocina. En esta ocasión lo rellenamos de bacon y dátiles, una combinación que funciona a cualquier hora del día y que reúne lo mejor de ambos mundos: la intensidad salada del bacon y el dulzor aromático de los dátiles.
Parte de la magia del hojaldre está en su versatilidad. Pocas masas admiten tantos rellenos y con resultados tan diferentes. En su versión salada, combina de maravilla con verduras asadas, quesos, embutidos, cremas untables o carnes especiadas. En su lado más dulce, es la base de clásicos como el milhojas, las palmeras o pequeñas caracolas rellenas de crema, frutas o chocolate. Todo ello a partir de cuatro ingredientes esenciales: harina, mantequilla, agua y sal.
Los dátiles , coprotagonistas de esta receta, merecen una mención especial. Aunque su temporada natural llega en diciembre, hoy es fácil encontrarlos durante todo el año en cualquier supermercado o mercado. Aportan un dulzor natural que equilibra a la perfección los rellenos salados, además de ser una fuente excelente de energía y fibra. En el plano nutricional, destacan por su contenido en potasio y magnesio, minerales clave para el buen funcionamiento del sistema nervioso, y por su aporte de niacina (vitamina B3), con propiedades antioxidantes, según la Federación Española de Nutrición (FEN).
Preparar hojaldre o masas rellenas en casa tiene, además, una ventaja fundamental: la posibilidad de adaptarlas a nuestras propias necesidades. Esto es especialmente útil si queremos evitar algún ingrediente por intolerancia o preferencia. De hecho, esta receta puede elaborarse perfectamente con hojaldre casero sin gluten, manteniendo todo el sabor y la textura que hacen del hojaldre un imprescindible en cualquier cocina.
Pastel de bacon con dátiles

Es muy sencilla la preparación de esta receta, lo que la convierte en una opción perfecta para cualquier persona que quiera cocinar algo rico y rápido sin complicarse mucho. Desde el primer momento, su sabor te sorprenderá, ya que la combinación de bacon y dátiles crea un contraste irresistible, entre lo salado y lo dulce. Por ello, este pastel es ideal para servir como entrante, cena ligera o incluso como un snack delicioso. Asimismo, el primer bocado lleno de matices, resulta simplemente irresistible. En total, necesitaremos aproximadamente media hora entre preparación y la cocción. A continuación, te detallo sus ingredientes:
- Dos láminas rectangulares de hojaldre
- Una taza y media, unos 250 gramos de dátiles
- 200 gramos de bacon en tiras, una diez o doce lonchas
- 150 gramos de queso o queso crema
- Un huevo
En primer lugar, precalentamos el horno a 200 grados para asegurarnos de que alcance la temperatura adecuada. Mientras tanto, forramos una bandeja con papel vegetal y colocamos sobre ella una lámina de hojaldre, que pincharemos suavemente con un tenedor o un palillo para evitar que se infle en exceso durante la cocción.
A continuación, distribuimos de manera uniforme los dátiles previamente cortados y deshuesados, procurando que queden bien repartidos para lograr un sabor equilibrado en cada bocado. Seguidamente, añadimos una capa de bacon por encima, después, incorporamos una capa de queso, que aportará cremosidad y un aroma irresistible cuando se derrita. Finalmente, cubrimos todo con la segunda lámina de hojaldre, sellando bien los bordes con un doblez para que el relleno no se escape.
Por otro lado, batimos el huevo en un pequeño bol. Con ayuda de una brocha de silicona, pintamos la superficie del hojaldre, lo que permitirá obtener un acabado dorado y brillante. Para terminar, introducimos la bandeja en el horno durante aproximadamente media hora. Transcurrido ese tiempo, lo sacamos con cuidado, dejamos que se enfríe unos minutos y ya estaría listo para disfrutar.
Hojaldre sin gluten

Si quieres disfrutar del pastel de bacon y dátiles con masa de hojaldre, pero eres intolerante al gluten aquí te detallo como hacer la masa para disfrutarlo. Necesitaremos cuatro ingredientes que seguro encontraras en tu despensa o frigorífico:
- Una taza de harina de maíz sin gluten
- Media taza, unos 150 gramos de mantequilla sin gluten
- 40 mililitros de agua
- Una pizca de sal
Con todos los ingredientes preparados, podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar, colocamos un bol y un colador para tamizar la harina dos o tres veces, de modo que quede bien suelta. A continuación, incorporamos la mantequilla en otro bol y la derretimos en el microondas durante unos minutos.
Una vez lista, hacemos un hueco en el centro de la harina y vertemos la mantequilla derretida, luego mezclamos con una cuchara o, si lo preferimos, con las manos. El objetivo es obtener una masa ligeramente grasienta.
Después, añadimos el agua fría poco a poco, mientras seguimos mezclando para evitar la formación de grumos. También incorporamos una pizca de sal para realzar el sabor.
Seguidamente, formamos una bola con la masa dentro del bol y la llevamos a la nevera durante media hora. Pasado este tiempo, espolvoreamos harina sobre una superficie plana y limpia de la encimera y empezamos a estirar la masa con ayuda de un rodillo hasta obtener un rectángulo fino.
Cuando lo tengamos, lo doblamos por la mitad y volvemos a estirar. Repetimos este proceso tres veces. Finalmente, dejamos reposar la masa tapada con un paño limpio durante media hora más a temperatura ambiente. Transcurrido ese tiempo, ya podremos rellenarlo con nuestros ingredientes favoritos o la opción de bacon y dátiles.

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