El 2025 se cerró para la Selección Colombia con una sensación inequívoca: el equipo de Néstor Lorenzo confirmó que es una selección competitiva, madura y en permanente evolución. Fue un año que consolidó una identidad, fortaleció un núcleo de líderes, probó alternativas y dejó una estela de resultados que, más allá de no alcanzar el Top 9 del escalafón FIFA —y con ello perder la opción de ser cabeza de serie en el sorteo mundialista—, evidenciaron que el grupo está preparado para retar a las potencias.

Los números hablan de una selección sólida: solo perdió un partido, aquel 2–1 contra Brasil en marzo por Eliminatorias, un duelo que dejó más aprendizajes que frustraciones. El resto de la temporada estuvo marcado por empates ante rivales complejos como Paraguay, Perú, Argentina y Canadá, y

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