La Administración Trump dio otro paso significativo en su plan para cerrar el Departamento de Educación de Estados Unidos, una reestructuración federal que está redistribuyendo algunos de los programas educativos más importantes hacia otras agencias del gobierno. El anuncio del martes implica trasladar oficinas clave —incluyendo programas que manejan fondos para escuelas de bajos ingresos, capacitación docente y becas de preparación universitaria— a departamentos como Trabajo, Salud y Servicios Humanos, Interior y Estado.

Estos cambios forman parte de una estrategia más amplia iniciada en marzo, cuando el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva instruyendo el cierre de la agencia y el traslado de sus funciones. Desde entonces, el gobierno federal ha reducido drásticamente la pla

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