Guayaquil (Ecuador), 20 nov (EFE).- La captura o el asesinato de los criminales más buscados de Ecuador en los últimos años ha provocado fragmentaciones en las bandas por disputas de poder y también más violencia, pero no ha logrado eliminarlas, un escenario que podría exacerbarse tras la detención en España de Wilmer Chavarría, alias Pipo, capo de Los Lobos, el grupo delictivo con más poder en el país andino.
Pipo era el último de los grandes líderes criminales de Ecuador que faltaba por capturar, después de que fueran detenidos los mandamases de Los Choneros, Los Tiguerones y los Chone Killers, pero esas capturas no han provocado una disminución de la violencia, sino un efecto contrario por disputas internas entre quienes quieren asumir el poder y por el intento de grupos rivales de arr

La Conexion

El Grafico
Noticias de América
Associated Press Spanish
RT en Español
Primera Hora Entretenimiento
Crooks and Liars