La recuperación democrática en 1983 no fue solamente el final de una dictadura cívico-militar: fue el punto de partida de un nuevo pacto social que colocó a los derechos humanos en el centro de la vida política, cultural, social y moral de la Argentina . Ese consenso no surgió de manera espontánea, sino que fue el resultado de una construcción colectiva que involucró a organismos, militantes, trabajadores, estudiantes, intelectuales, partidos políticos y una ciudadanía que dijo “Nunca Más” con una contundencia que atravesó generaciones.

Desde entonces, memoria, verdad y justicia se convirtieron en pilares de una democracia que entendió que no hay futuro posible si no se ilumina el pasado; que no hay paz sin justicia y que no hay libertad sin reparación. El gobierno de Raúl Alfonsín dio

See Full Page