La acelga es una de las verduras más versátiles, ya que se puede usar en tartas, buñuelos, tortillas o salteados. Sin embargo, hay un truco que pocos conocen, pero que la deja lista para cocinar: remojarla en agua con sal gruesa .

Aunque parece un detalle menor, este paso puede marcar la diferencia en el resultado final. Sirve para mejorar el sabor, la textura y la limpieza de la verdura.

Los beneficios de remojar la acelga en agua con sal gruesa

Elimina impurezas y bichos: La sal gruesa ayuda a desprender tierra, suciedad y cualquier insecto escondido entre las hojas.

Reaviva el color verde: La sal ayuda a que la acelga mantenga un verde brillante durante la cocción, evitando que se oscurezca rápido y conservando un aspecto fresco.

Mejora la textura y baja el amargor: Un

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