Lula da Silva tiene dos caras, pero el borrador del acuerdo presentado por la presidencia de Brasil la madrugada del viernes solo tiene una. Y no era la que se esperaba. O la que dio a entender en su última y fugaz aparición.

Brasil presentó en la cumbre climática de Belém un segundo borrador de acuerdo que omite cualquier referencia a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, dada la fuerte resistencia de los países productores. El resultado es que esto tampoco va a contentar a los partidarios de fijar una hoja de ruta que conduzca al final de la energía fósil, responsable del calentamiento y las enfermedades asociadas a la polución.

El borrador de siete páginas, difundido por la presidencia brasileña de la COP30, instó a los países a activar la acción climática, también me

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