La decisión de la AFA de reconocer a Rosario Central como el Campeón de la Liga de una mañana para la otra y ajustar el cuadro oficial de campeones abrió una puerta inesperada: la revisión de décadas completas sin premio al mejor equipo de la temporada en épocas de Julio Grondona y una larga lista de finales inconclusas que quedaron en el olvido. La reciente política impulsada por la gestión de Claudio “Chiqui” Tapia expuso, además, cuán irregular fue durante años la relación entre rendimiento deportivo y reconocimientos oficiales.

Durante el período de torneos Apertura y Clausura -sistema vigente entre 1991 y 2013- muchos equipos fueron, en el balance anual, los mejores de la temporada sin recibir ningún tipo de consagración. El sistema, que coronaba dos campeones por año sin un cruce fi

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