Las Palmas de Gran Canaria es víctima de un planteamiento urbano que con el desarrollismo cubrió su singular orografía de cemento. La urbe atlántica que emerge entre barrancos y riscos, sin embargo, cuenta con una resistencia cívica organizada que persigue el sueño de que en la ciudad en la que habitan surjan esos anillos verdes que ofrecen oxígeno en espacios también angustiados por la presión inmobiliaria como Vitoria, Zaragoza o Barcelona.

Visibilizar esa utopía fundamenta el recorrido que este viernes cubrió la capital bajo el paraguas del proyecto Contramapas. Un recorrido a pie por los cinco distritos que sectorizan Las Palmas de Gran Canaria, a través de 33 kilómetros y con paradas de proyección cultural con su chincheta en la red de bibliotecas públicas municipales.

A las 07.00 h

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