Los estudiantes de la institución educativa Pescado Capitán, en la zona rural del municipio de Briceño, Norte antioqueño, ya pueden estudiar mucho más tranquilos. Todo por cuenta del cerramiento que entregó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en los alrededores de este centro de formación, que antes de estas obras se encontraba a la mano de Dios y del diablo, como diría el adagio popular.

Este organismo humanitario entregó sus aportes para la instalación de las mallas y la iluminación en su perímetro para que los estudiantes no se vean expuesto a los riesgos de encontrarse en un espacio abierto, en el que cualquier persona podría vulnerar a los 31 menores que se forman en esta institución educativa el corregimiento Pueblo Nuevo.

“Con esto se busca generar un entorno protector

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