Todos lo hemos visto: el pan , esponjoso y suave en la mañana, se vuelve duro al día siguiente; las galletas , crujientes al abrir el paquete, terminan blandas si quedan destapadas. Aunque parezcan procesos opuestos, ambos responden a un mismo mecanismo: la interacción del alimento con la humedad y la forma en que los almidones se comportan ante ella. No es magia ni mala suerte, sino física y química de cocina.

El pan: mucha humedad que busca escapar

Aunque una dieta sin gluten ha mostrado beneficios en algunos casos, no siempre mejora la salud mental, y también puede generar estrés adicional/Foto: Canva

El pan recién horneado tiene una característica esencial: su alto contenido de agua . Aun cuando se siente seco al tacto, la miga conserva humedad atrapada en su estructur

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