San Mateo, municipio Bolívar, no sólo se distingue por su historia y su gente cálida; también lo hace por un sonido que acompaña la cotidianidad del centro del pueblo; el roce metálico del rallador contra el hielo. Ese rasgar constante anuncia que un «raspado» está en camino, una bebida sencilla, pero profundamente arraigada en la memoria y la rutina de los sanmateanos.

Lejos de ser una costumbre del pasado, el «raspado» continúa vigente entre niños, jóvenes y adultos, así lo aseguraron comerciantes dedicados a este oficio, quienes afirman que la tradición se mantiene y adquiere nuevos significados dentro de la vida comunitaria.

Entre los vendedores más conocidos del casco central se encuentra Víctor González, quien acumula más de 15 años ofreciendo su bebida preparada a base de hielo ra

See Full Page