En medio de una aumento notorio de violencia y extorsiones que sacude al transporte público en Lima y Callao , los gremios del sector han lanzado un ultimátum firme: advierten que podrían paralizar sus operaciones durante 48 horas si no hay una respuesta contundente por parte del Estado.

Esta amenaza tomó fuerza tras una serie de atentados contra unidades y choferes, que han generado temor entre los conductores y los usuarios. Más allá de una simple protesta laboral, se trata de una medida de presión y defensa legítima frente a lo que consideran un abandono institucional en materia de seguridad.

Los transportistas reclaman acciones urgentes ante el 'desborde criminal' en las rutas, exigiendo la intervención explícita de la policía y las Fuerzas Armadas, así como mecanismos de co

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