La calle Enrique Santos Discépolo se ha convertido en uno de los pasajes peatonales más anchos de Buenos Aires , pero es su trazado lo que realmente la hace única. La arteria posee una llamativa peculiaridad, debido a su serpenteante trayecto en forma de "S", es imposible ver uno de sus extremos desde el otro.

Para entender esta curva, hay que retroceder a 1857, cuando se realizó el viaje inaugural del primer ferrocarril local. El trayecto original iba desde la Estación Parque, donde hoy está el Teatro Colón , hasta La Floresta . Las vías del tren hacían un suave quiebre al salir de la estación, pasando por la que hoy es la calle Lavalle hasta Callao .

Allí, las vías tomaban una curva conocida como la "curva de los olivos" o los "hornos del señor Bayo", antes de empalmar co

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