Una movilización con políticos, vecinos y activistas protesta contra el asesinato de Mehdi Kessaci, hermano de una activista y político antidroga

La historia es larga y está llena de capítulos sangrientos, nombres históricos del crimen organizado, literatura y películas. Pero Marsella, segunda ciudad de Francia en población (850.000 personas), capital en implantación del crimen organizado, no puede más. Este sábado unas 6.200 personas, según la policía, salieron a la calle vestidas de blanco en la mayor protesta que se recuerda contra el narcotráfico y denunciar el el asesinato de Mehdi Kessaci, hermano de un político y activista contra el narco hace nueve días. Un punto de inflexión que devuelve a la ciudad a los años ochenta, l os tiempos en los que la mafia de la ciudad desafió al est

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