El embarazo de Carmen Romero duró media hora. Esta tinerfeña, que entonces tenía 24 años, acudió a urgencias con un dolor de estómago y "ganas de ir al baño todo el rato". Había sido madre hacía año y medio y le había salido una hernia de hiato que le provocaba inflamación en el abdomen. Además, su menstruación no se había interrumpido en los últimos meses, por lo que nada le hizo sospechar que la causa de su malestar era que estaba de nuevo embarazada. Ni mucho menos, que estaba en el noveno mes de gestación.

"Me hicieron una eco y me dijeron: 'Estás embarazada'. Y yo: '¿Perdón? ¿de cuánto?'. Y me dice: 'Yo juraría que estás dando a luz'", recuerda ahora, con 31 años y dos hijos. Aquel día, tardó más tiempo en aceptar que tenía que entrar en el paritorio que en dar a luz a su segunda hij

See Full Page