Pasar caminando de Estados Unidos a Rusia no es un experimento imaginario ni un truco de mapa: es una excentricidad geográfica real que ocurre en pleno Estrecho de Bering , donde dos islas heladas permiten ir de un país al otro en cuestión de minutos… aunque en el tiempo el salto sea de casi un día entero . Esa paradoja solo ocurre en las Islas Diómedes , uno de los rincones más remotos, inhóspitos y fascinantes del planeta.

El diminuto archipiélago está formado por dos islas: la Isla del Ayer (la mayor y bajo dominio ruso) y la Isla del Mañana (territorio estadounidense).

Entre ambas hay apenas 4 kilómetros , una distancia que en invierno puede recorrerse a pie cuando el mar se congela, pero que implica atravesar la Línea Internacional de Cambio de Fecha , lo que las s

See Full Page