Los exponentes de la extrema derecha internacional amplifican las críticas contra Sheinbaum para hacerse con un país clave para su agenda pero históricamente blindado

Elena San José

Las dejaron el sábado pasado una imagen poco frecuente en México, que ha funcionado históricamente como un dique de contención contra la extrema derecha regional y global. El creciente malestar social por la inseguridad del país, alimentado por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y el hartazgo por una corrupción que parece endémica, han abierto una pequeña brecha en el muro que ha sido rápidamente aprovechada por los principales exponentes de la ultraderecha. Los argentinos Eduardo Menoni, Agustín Antonetti y Agustín Laje, el español Javier Negre o el estadounidense Alex Jones encabezan la li

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