Las políticas migratorias más estrictas no solo afectan a los adultos: también transforman la vida diaria de millones de niños que viven en hogares con familiares indocumentados. En comunidades donde los operativos y la vigilancia migratoria son frecuentes, las escuelas —que deberían ser espacios seguros— pueden convertirse en lugares de tensión, incertidumbre y miedo. Esa sensación de riesgo constante influye directamente en el bienestar emocional de los estudiantes y en su capacidad para aprender.

Cómo se refleja el miedo en el aula

Cuando las autoridades intensifican redadas, patrullajes o vigilancia cerca de centros educativos, muchos estudiantes acuden a clases preocupados por la posibilidad de que un ser querido sea detenido. Esto provoca distracción, ausentismo y dificultades de c

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