En los últimos años ha habido un cambio de consideración tanto en la distribución factorial del ingreso como en la personal. En 2018, último año de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, los salarios totales, incluyendo aportaciones al IMSS, representaron el 24.7% del PIB, mientras que lo que se conoce como excedente bruto de explotación y que, al menos en teoría representaría las ganancias de los empresarios, llegó a 69.3%, constituyendo el remanente los impuestos indirectos. En cambio, en 2024, último año del sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, las cifras correspondientes fueron 29.8% y 63%. Así, en tan sólo un sexenio los salarios totales ganaron poco más de cinco puntos porcentuales del PIB y las ganancias perdieron más de seis puntos porcentuales en l

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