La Generalitat de Catalunya va camino de convertirse en el gran tenedor de vivienda pública de Catalunya gracias a una de las patas de su política de protección de este derecho constitucional, la compra de pisos en manos de bancos y fondos de inversión para destinarlos a alquiler público. Si desde el pasado mes de febrero, el Govern ha adquirido unas 1.300 viviendas a través del Institut Català del Sòl (Incasol), a esta cifra se añadirá una nueva compra de 1.064 pisos, ahora en manos de InmoCaixa, la filial inmobiliaria de CriteriaCaixa, por 87,2 millones de euros.

La adquisición ha sido anunciada por el president Salvador Illa, durante una conferencia política en Sabadell. Bajo el título ‘Oportunitats per liderar’, el president ha vuelto a situar la vivienda como la prioridad número uno

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