El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , dio un giro notable a su estrategia hacia la guerra en Ucrania al retirar el ultimátum que había fijado para este jueves y ordenar que sus enviados especiales viajen a Moscú y Kiev para continuar negociaciones. El movimiento, que pretende acelerar un posible acuerdo de paz, llega en medio de una tormenta política interna provocada por la filtración de una llamada en la que el negociador estadounidense Steve Witkoff habría aconsejado al Kremlin cómo ganarse al mandatario en una eventual negociación.

Trump afirmó que Rusia había aceptado "algunas concesiones", aunque no detalló cuáles. Y aunque hasta hace pocos días había presionado para que Ucrania aceptara un pacto antes del jueves, ahora sostiene que el proceso debe continuar sin plazos

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