Las descargas eléctricas (como, por ejemplo, los rayos) son habituales en la Tierra y han sido detectadas, asimismo, en los grandes planetas gaseosos del sistema solar (Júpiter y de Saturno). Los científicos habían sospechado, desde hacía tiempo, que en Marte también se debían producir fenómenos similares, generados en este caso por el rozamiento entre las pequeñas partículas que son desplazadas por los vientos marcianos y que, ocasionalmente, dan lugar a remolinos de polvo. Sin embargo, la confirmación de la existencia de estas chispas eléctricas había sido imposible.

Ahora, por primera vez, un grupo internacional de investigadores, que cuenta con la participación de científicos adscritos a la Universidad del País Vasco y al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), ha podido d

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