Tras las negociaciones de Ginebra para poner fin al conflicto en Ucrania el fin de semana pasado, Moscú mantuvo su mensaje simple.

Rusia no había visto el plan de paz revisado, pero ya estaba culpando a los europeos y a Kiev por arruinar una propuesta que, según afirmaba, había sido una posible base para un acuerdo.

El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió el martes que si el plan “eliminaba… entendimientos clave” que el presidente ruso Vladímir Putin había alcanzado con el presidente estadounidense Donald Trump, la situación sería “fundamentalmente diferente”.

“El único elemento sustantivo es el proyecto estadounidense, el proyecto de Trump”, dijo a los periodistas el portavoz de Putin, Dmitri Peskov.

Era una nueva variación del mensaje público que el Kremlin ha ven

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