La acción de aprender es un aspecto de nuestras vidas que nos inculcan desde edades muy tempranas. Sin embargo, en algunas ocasiones dejamos de hacerlo cuando consideramos que ya lo sabemos todo de nuestras profesiones, ya sea cuando entramos en el mercado laboral o cuando terminamos aquella formación universitaria y no universitaria, profesional, etc. que hemos elegido. Bien, hace muchísimo tiempo que esto ha dejado de ser así, sobre todo con la irrupción de la revolución tecnológica y las nuevas herramientas, como estamos viendo con la Inteligencia Artificial, por ejemplo.

La formación continua, por tanto, es una necesidad de la sociedad y así debemos verlo, a pesar de que en España el aprendizaje permanente no está aún tan extendido como en otras partes de Europa.

No obstante, de acuerdo con las cifras, las cosas están cambiando y el interés por este tipo de formación está alzando el vuelo. Según datos del informe Explotación de las variables educativas de la Encuesta de Población Activa 2024 , editado para el Ministerio de Educación, el interés por la formación continua se incrementa en España en todas las franjas de edad desde los 25 a los 64 años, aunque son los más jóvenes los más interesados en cursos que les hagan ser más atractivos para las empresas. A estos, les sigue la franja de edad comprendida entre 30 y 34 años, de 35 a 40 años, y por último de 55 a 64 años, aunque este último rango aún tiene una baja participación con respecto al resto.

Como curiosidad, remarcar que hay una relación entre el nivel de estudios y la predisposición a seguir adelante con un aprendizaje permanente a lo largo de su vida; siendo las mujeres las más interesadas en este fenómeno y representan un porcentaje más alto de participación (17,7%) frente los hombres (14,3%).

Constancia en el aprendizaje

Las personas, y más en el escenario global (y excesivamente cambiante) en el que nos movemos, requerimos de constancia en el aprendizaje para adquirir los conocimientos y habilidades profesionales que nos hagan más atractivos y competitivos y que nos ayuden a adaptarnos a los cambios.

Una formación permanente que debe ser una prioridad para todos los trabajadores activos y desempleados, y que puede darse en forma de masters, cursos, seminarios especializados, etc. que puedan ser acreditados por organismos reconocidos por su peso formativo, así como por su bolsa de empleo.

Seguir formándonos para dar lo mejor

El mercado laboral tiene sed de nuevos perfiles. Las compañías buscan personas con habilidades y conocimientos en nuevos campos profesionales, como puede ser la digitalización, el big data, la ciberseguridad, el SEO, la programación, la inteligencia artificial, y un largo etcétera, y para conseguirlo la sociedad requiere de formación, tanto para ampliar conocimientos como para adquirir otros nuevos y reciclarse laboralmente, si éste fuera su deseo o su necesidad.

En este contexto y para facilitar la adquisición de estos conocimientos, Banco Santander ha estrenado un nuevo programa que este 2025 está ofreciendo 8.000 Becas Santander Microcredenciales, con las que la entidad financia cursos de corta duración diseñados por las universidades españolas y dirigidos a personas entre 18 y 65 años.

Esta iniciativa apoya el Plan Microreds , que lanzó hace ahora un año el Ministerio de Universidades, con un fondo de 50 millones de euros, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Para el ente ministerial, este proyecto busca fomentar la sociedad del conocimiento, mejorar la empleabilidad y promover la inclusión social, apoyando a quienes enfrentan barreras económicas o sociales para acceder a la educación.

Más de 8.000 becas para microcredenciales

Ese triple objetivo se alinea con los de Banco Santander, una compañía que siempre ha concedido una relevancia especial a la importancia de la educación para que una sociedad progrese. La entidad presidida por Ana Botín ha destinado más de 2,4 millones de euros en 2025 a estas más de 8.000 becas para microcredenciales diseñadas por más de 40 universidades e instituciones académicas del país.

En lo que va de año, el banco ha concedido ya más de 2.000 becas de 300 euros para cursar 380 microcredenciales en modalidad online (47%), presencial (32%) e híbrida (21%). En esta última convocatoria se han ofertado 5.000 becas más y el banco ha anunciado que el año que viene facilitará más de 8.000 becas más para este programa.

Informática y tech , lo más demandado

Las microcredenciales más demandadas pertenecen al ámbito de la informática y la tecnología, con cursos como análisis de datos con Python; ciberseguridad; ciencia de datos o IA en sus distintas aplicaciones. También existe una amplia demanda en algunas relacionadas con el ámbito de la Salud, con microcredenciales en los avances en enfermedades neurodegenerativas; bienestar y regulación emocional en la adolescencia; neuroeducación o ecografía clínica.

También los idiomas, las habilidades y los conocimientos en el área de ciencias sociales, con especializaciones en comunicación efectiva, capacitación para buscar empleo, sostenibilidad, marketing, storytelling o emprendimiento.

El ritmo de becas seguirá en 2026

«En los últimos años, hemos comprobado cómo el aprendizaje continuo se ha convertido en una herramienta clave para adaptarse a un mercado laboral en constante evolución. Gracias a nuestra experiencia en el ámbito de la educación, en programas de empleabilidad y en captación de talento, sabemos lo importante que es ofrecer oportunidades de reciclaje profesional y de aprendizaje de nuevas habilidades», detalla la directora de Santander Universidades y Universia España, Susana García Espinel.

«Por eso», prosigue, «nos hemos unido al plan del Ministerio de Universidades con este programa de becas para cursar microcredenciales y, hasta el momento, la respuesta ha sido muy positiva».

Un ritmo de becas que, según García Espinel, va a seguir el año que viene, ya que seguirán apostando por este programa de becas Santander Microcredenciales con el fin de seguir impulsado la transformación de la sociedad a través del aprendizaje.

Solo en 2024 la entidad empleó 104 millones de euros dirigidos a promover la educación, la empleabilidad y el emprendimiento, con los que se consiguió ayudar a 2,2 millones de personas y empresas. Estas cifras sirven para seguir con el objetivo de cumplir el compromiso de apoyar a la comunidad con 400 millones de euros entre 2023 y 2026 en estos tres pilares.