Un reciente estudio determinó que las personas que respetan los horarios de las comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena) tienen más probabilidades a la longevidad que quienes llevan un ritmo de alimentación alterado. Los números de la investigación que podría marcar un antes y un después en las nuevas generaciones.

Investigadores de Reino Unido siguieron a 2.945 adultos mayores durante más de tres décadas analizando cómo cambian sus horarios de comida a lo largo de la vida y determinaron que, con los años, las personas tienden a desayunar y cenar más tarde. Pero esto podría ser perjudicial para la salud .

La investigación, que se publicó bajo el Estudio Longitudinal de la Universidad de Manchester sobre Cognición en el Envejecimiento Normal y Saludable, recopiló datos de

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