Ábalos ingresa en prisión y demuestra que se vengará con la denuncia de una conspiración formada por el juez Puente, la Fiscalía Anticorrupción, el Gobierno y Air Europa para salvar a Begoña Gómez de una posible investigación
El juez del Supremo envía a prisión provisional a Ábalos y Koldo García ante el “extremo” riesgo de fuga
La pareja inseparable en el Ministerio de Transportes volvió a unirse y coincidirá en la cárcel de Soto del Real. José Luis Ábalos y Koldo García llevaban sendas mochilas cuando entraron en el Tribunal Supremo para conocer su destino inmediato. En su interior, los objetos de uso cotidiano que creían que los funcionarios penitenciarlos les permitirán en la celda. No es necesario imaginarse el contenido. Koldo tuvo el detalle de enseñarlo a una periodista de OK Diario, incluidas las zapatillas con velcro y sin cordones, recién compradas. Ni les había quitado la etiqueta. Sí, al diario de Eduardo Inda. Los presos también tienen que facturar, porque no tienen acceso a muchas fuentes de ingresos. O eso o ha descubierto cuál es su estilo favorito de periodismo.
A la escena de vida cotidiana de la última transición personal del antiguo asesor de Ábalos, le acompañaba una entrevista perfecta para las intenciones del medio. Koldo decía que escuchó que el suegro de Pedro Sánchez había aportado 100.000 euros a las primarias socialistas que dieron la victoria al presidente. No tiene ninguna prueba. Solo lo escuchó. Perfecto para un titular y para que el Partido Popular lo utilice en sus declaraciones públicas. El PSOE puede fingir que todo esto ya no le atañe, pero tendrá que acostumbrarse al hecho de que los futuros mensajes de los encarcelados les llegarán a través de los que quieren poner fin al Gobierno de Sánchez.
El juez Leopoldo Puente, del Tribunal Supremo, los envió a prisión por el riesgo “extremo” de fuga antes de un juicio que se celebrará en los próximos meses. Sobre Ábalos, escribió en el auto que Ábalos Meco pudo recibir grandes cantidades de dinero en efectivo, al punto que durante años “no precisó realizar egreso alguno (sacar dinero) de sus cuentas bancarias, lo que permite inferir razonablemente que pudiera disponer de recursos económicos bastantes para emprender y sostener la fuga”.
El exministro alega que solo tiene 6.000 euros en su cuenta corriente y que su único ingreso actual es el sueldo de diputado. Salario que también perderá cuando la Mesa del Congreso le imponga una suspensión de empleo y sueldo.
Al igual que cuando Santos Cerdán ingresó en prisión, de la que salió en fechas recientes, los socialistas tienen la ocasión de comprobar lo que les costará en términos simbólicos la confianza que Sánchez puso en sus dos secretarios de Organización, los hombres a los que entregó las llaves del partido. La factura tendrá dimensiones astronómicas por mucho que ahora fuentes del PSOE presuman de que el partido actúa “con tolerancia cero, con transparencia y con medidas contundentes desde el primer minuto”.
La versión oficial del PSOE es que no tienen un miedo especial a lo que puedan decir Ábalos y Koldo. Desde luego que les temen. Hemos llegado a un punto en que no importa tanto si lo que dicen es o no delictivo –a estas alturas que alguien como Koldo diga que no pondría la mano en el fuego por ti no significa nada–, sino la pérdida de reputación que supone. Sobre todo, porque el PP no hace distinciones. No diferencia entre un restaurante con dos estrellas Michelin y una taberna en la que no lavan los vasos. Todo le vale para exigir que Sánchez dimita, convoque elecciones e ingrese en prisión voluntariamente. O lo que toque ese día en la escala Richter del escándalo.
Alberto Núñez Feijóo decidió salir a escena por la tarde para comentar la jugada. Nada muy distinto a lo que dice todas las semanas en el Congreso: “El señor Sánchez no es un hombre rodeado de manzanas podridas. Es al revés. La manzana podrida es él”. La novedad fue convocar una concentración en Madrid para este domingo. Fue sobre seguro. El lugar elegido no necesita decenas de miles de personas para estar lleno. Además, el PP de Madrid se ocupará de promover la asistencia.
Habrá noticias de los dos. Ábalos, por despecho y resentimiento. Koldo, por venganza y por dinero. Ya quisiera el PSOE no tener más noticias suyas en un futuro cercano, pero no es probable que tengan tanta suerte.
Cuando Ábalos aún no había llegado a Soto del Real, El Mundo publicó una entrevista con él realizada en una conversación telefónica anterior. Le preguntan por qué cree que Air Europa no está imputada en el procedimiento judicial. “Porque sería abrir el melón de Air Europa, y ahí podemos llegar a Begoña (Gómez) –responde–. Podemos llegar bien llegados. Es inaudito que me acusen a mí de recibir algo y no acusen al que me lo da. Si es verdad que (la empresa) me pagó unas vacaciones, ¿por qué no está imputada por cohecho? La respuesta es simple: porque no interesa”.
No aporta ninguna prueba contra Begoña Gómez, pero deja caer la insinuación de que si alguien busca, algo encontrará. Sería una conspiración en la que estarían implicados el juez Puente, la Fiscalía Anticorrupción, el Gobierno y Air Europa, una conjunción de voluntades demasiado amplia como para ser creíble.
En anteriores entrevistas, Ábalos había negado que hubiera nada delictivo en el rescate de la compañía aérea. En la investigación judicial del juez Peinado contra la esposa de Sánchez, figura un informe de la UCO que no aprecia ningún indicio de delito en su conducta en relación a Air Europa.
“Hacemos lo que podemos”, contaba Mariano Rajoy a Luis Bárcenas en uno de sus SMS cuando el tesorero le pedía ayuda. En realidad, lo que hizo el Ministerio de Interior se llamó la operación Kitchen con una serie de medidas alocadas y probablemente ilegales –el juicio se celebra en 2026– que tenían como objetivo salvar a Rajoy y a su Gobierno, no a Bárcenas.
Abalos y Koldo han pasado el punto de no retorno. El Gobierno ya no puede hacer nada por ellos. Están en manos de un fiscal y un juez. Es una característica de este régimen autoritario en el que vivimos, según la interpretación que hace gente como Inda y Zarzalejos. Los antiguos colegas del supuesto dictador van a la trena y tendrán que responder por lo que hicieron. No se ha visto una dictadura así en ningún país del mundo.
El día se completó con una nueva acusación de Víctor Aldama a Ángel Víctor Torres. “Estamos ante una farsa, una vaca que no da más leche”, dijo después el ministro. Es posible, pero la vaca de Ábalos y Koldo está en condiciones de dar mucha leche a la derecha. Lo que no sabe aún es si estará en condiciones de consumo o si se le habrá pasado la fecha de caducidad.

ElDiario.es Politica

La Crónica de Badajoz
ALERTA El Diario de Cantabria
Raw Story