Señor director:
Porque los llevo en lo más profundo del alma. Porque cuando los gerentes del odio decidieron que perseguirlos era una política de Estado, ellos- con su entereza y su silencio- demostraron que eran dueños de principios simples pero innegociables: lealtad, honor y patriotismo.
Estoy con ellos, porque los considero mis hermanos, aunque jamás osaría compararme con ellos. En más de dos décadas de infamante acoso, ningún verdugo togado logró lo que tanto ansiaban: que uno solo entregara a un camarada para comprar un poco de libertad. No pudieron. No pueden. No podrán. Y cuando el último de estos héroes muera, no habrá juez ni fiscal que pueda decir que uno de ellos vendió a sus camaradas.
Estoy con ellos, porque tenían entre veintitrés y cuarenta y cinco años cuando la Argenti

Diario La Prensa

Noticias de Argentina
Todo Noticias
Uno Santa Fe
TMZ