La vida de Isabel estuvo a punto de terminar, pero gracias a la actuación de sus vecinos, logró salvarse. Su expareja, a quien la mujer había denunciado en varias ocasiones por violencia de género, entró en su vivienda cargado de cuchillos, explosivos y hasta un hacha para, presuntamente, acabar con ella.

Este jueves, Isabel, muy nerviosa, ha narrado en En boca de todos cómo sucedieron los hechos: "Ese día me levanté a las 5.15 horas, me metí en el cuarto de baño y a las 5.30 se activó la alarma de incendios. Pensé que era una fallo y fui al cuadro eléctrico, pero vi que había un olor muy fuerte a gasolina".

"Mi hijo me dijo: 'Mamá, huele a gasolina'. Nos miramos y sabíamos lo que estaba pasando. Venía a matarnos. Deducimos que había prendido fuego y se había ido, pero tocaron a la puert

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