En los meses previos a la Navidad, resulta esencial planificar de manera rigurosa los gastos para evitar que las compras extraordinarias desborden el presupuesto habitual. Las familias suelen organizar su economía en torno a un gasto mensual fijo que se ve alterado por la llegada de estas fechas. La acumulación de compras especiales relacionadas con celebraciones, viajes o regalos puede generar un desequilibrio considerable si no se anticipa con tiempo suficiente. Planificar con antelación ayuda a visualizar mejor qué gastos merecen priorizarse y cuáles pueden aplazarse. Una previsión correcta también permite comparar precios con calma y evitar compras impulsivas .

A este escenario se suma el impacto de la inflación y el encarecimiento estacional de numerosos productos y alimentos muy d

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