Ciudad Juárez.- La mañana del 19 de noviembre quedó marcada por una escena que, aunque repetida en distintas esquinas de la ciudad, no deja de doler. Tras dejar a su hijastra en la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, Joel Hernández Pérez tomó el volante de regreso sin imaginar que el destino ya estaba torcido por otro conductor.

Marcelino T. Z., con cocaína, mariguana y alcohol en la sangre según dictámenes periciales, omitió el alto, conducía a exceso de velocidad y embistió el vehículo de Joel del lado del piloto. Él murió en el acto. La fiscalía ya lo vinculó a proceso por homicidio imprudencial, daños y lesiones; el acusado permanecerá en prisión preventiva mientras avanza la investigación.

Más allá de los nombres, del expediente y de los pasillos judiciales, queda el vacío qu

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