Argentina atraviesa un período de fuerte dinamismo en materia de riego agrícola , un aspecto clave para estabilizar rendimientos, mejorar la eficiencia del uso del agua y fortalecer la producción forrajera en regiones con marcada variabilidad climática.

Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), la superficie irrigada se expandió en 63.400 hectáreas durante los últimos 24 meses , empujada por un proceso sostenido de inversiones privadas y el avance de nuevas tecnologías aplicadas al manejo hídrico.

El informe técnico elaborado por la Dirección Nacional de Agricultura indica que este crecimiento se tradujo en una inversión total cercana a los US$185 millones, una cifra que confirma la voluntad del sector de incorporar infraestructura que reduzca la exp

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