CAMPECHE, CAMP . En el marco de los 16 días de activismo para erradicar la Violencia contra las Mujeres, la deuda alimentaria se revela como una agresión silenciosa pero devastadora. No es solo un incumplimiento legal, es una forma de violencia económica que golpea donde más duele, al vaciar la despensa y cargar sobre una sola persona el peso completo de la crianza.

El abandono de los hijos en el estado es un malestar que cualquiera puede percibir sin necesidad de estadísticas: la deuda alimentaria. Es un problema que huele a preocupación, al tintineo de las monedas contadas con angustia por las madres. Mientras tanto, los responsables de aportar desaparecen entre excusas, salarios maquillados y trabajos abandonados para evadir la obligación.

Las cifras oficiales muestran el vaivén del

See Full Page