Tras el suicidio de Hitler y su derrota en la segunda guerra mundial, Alemania rompió con el régimen nazi, las potencias aliadas juzgaron en Núremberg a los responsables del Tercer Reich, y hoy en día el partido totalitario es ilegal y todos sus símbolos están prohibidos en ese país. A pesar de esa ruptura clara y de que el gobierno actual nada tenga que ver con el nazismo, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha querido protagonizar un gesto histórico de desagravio y respeto hacia el pueblo de Gernika por el despiadado bombardeo de la Legión Cóndor. No le han dolido prendas a la hora de reconocer su “responsabilidad histórica” en el bombardeo perpetrado a las órdenes de Franco el 26 de abril de 1937. Tras la petición de perdón por carta de Roman Herzog en 1997, Steinm

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