En pleno desierto de Atacama, una mujer decidió recuperar el legado de sus antepasados y devolver a la vida plantas con valor medicinal y cultural. Con paciencia y dedicación, empezó a recolectar hierbas como muña, rica-rica, menta y otras especies autóctonas, preservando su uso ancestral y promoviendo prácticas sostenibles.

Para ella, no se trata solo de conservar una tradición: cada planta lleva consigo historias, saberes y un vínculo profundo con la tierra. Al cultivar y recolectar de forma responsable, busca mantener viva la herbolaria ancestral, protegiendo tanto la biodiversidad como la memoria de su comunidad.

Además, la iniciativa atrae cada vez más el interés de personas que buscan alternativas naturales frente a los tratamientos convencionales, y de turistas interesados en apre

See Full Page