Habrá quienes, dejándose llevar por cierto cinismo y bastante experiencia vital, lo vieron venir y simplemente se sentaron a esperar a que los puntos se unieran y los bolos fueran cayendo. Cuando la inteligencia artificial (IA) explotó y comenzó a llenar y ocuparse de muchos aspectos de nuestra vida, los chatbots fueron convirtiéndose en entes a los que acudir para resolver dudas, investigar, comentar aspectos de nuestra vida, convertirlos en consejeros, terapeutas, amigos y, finalmente, objeto de interés romántico.

Más allá de problemas relativos a la salud mental que también se han ido sucediendo, acudir a chatbots , da igual que sean generativos, conversacionales o específicamente creados para simular experiencias románticas , puede traer consecuencias en la vida real, desd

See Full Page