Las políticas de transferencia de ingresos destinadas a la niñez y adolescencia resultaron ser un anclaje fundamental contra la pobreza extrema en Argentina. Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) reveló que, sin los programas de asistencia, la indigencia sería un 82% más alta, afectando a 2,6 millones de personas adicionales.
Según supo la Agencia Noticias Argentinas, el análisis de las prestaciones (Asignación Universal por Hijo, Prestación Alimentar y Plan 1.000 Días) confirma que el conjunto de ayudas actúa como un "piso de ingresos" que evita que los sectores vulnerables caigan por debajo de la línea de pobreza extrema.
El estudio analizó la evolución del poder de compra de las prestaciones, encontrando un fuerte contraste en la capacidad de respuesta ante la inf

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