Cinco años después de la muerte de Diego Maradona, Nápoles todavía lo llora como a un hijo perdido, mientras en Argentina, fiscales, médicos y familiares discuten sobre sus últimos días, rastreando cada decisión y omisión para responder la pregunta que nadie ha logrado enterrar: ¿quién falló a Diego?

Nápoles sigue llorando a su hijo adoptivo

En los Quartieri Spagnoli de Nápoles, donde las calles son apenas más anchas que los tendederos que las cruzan, un hombre llamado Luigi todavía vende camisetas de Maradona desde un pequeño puesto encajado entre motos y portales. Las camisetas cuelgan como banderas en una celebración permanente que nunca termina de sentirse festiva.

“ Es como si hubiera muerto un familiar, ” admite a EFE , mirando hacia los números diez celestes que ondean e

See Full Page