Los pobladores de la Vereda de Torres y Puelenje, en el área rural de Popayán, realizaron una vez más el tradicional recorrido del Niño Dios, una práctica religiosa y cultural que ha marcado la identidad de esta zona del Cauca durante casi un siglo. La actividad, que históricamente abre el mes de diciembre, funciona como acto simbólico de bienvenida a la Navidad y como anticipo espiritual del nacimiento de Jesús.

“Esta es una tradición (…) que ya casi llega a los 100 años, donde se rescata el tema de la interculturalidad de nuestras comunidades”, explicó el periodista y chirimero local Alexader Camayo, uno de los promotores y guardianes de esta costumbre.

Cada año, el primer domingo de diciembre —aunque en esta ocasión adelantado en el último domingo de noviembre— los llamados fiesteros

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