La victoria de Géminis sobre Deportivo Soan, por 3-2, no fue un simple resultado favorable. Fue un partido que dejó al descubierto el carácter competitivo del plantel, la necesidad de reaccionar bajo presión y, sobre todo, el impacto inmediato de la presencia de Natalia Málaga en momentos críticos. La entrenadora nacional volvió a imprimir su sello inconfundible, sacudiendo al equipo cuando más lo necesitaba y guiándolo hacia una remontada memorable.

El encuentro, disputado en el Coliseo Miguel Grau del Callao, tuvo un arranque complejo para el equipo de Comas, que comenzó dos sets abajo y mostraba señales de desconexión que preocuparon a su comando técnico. Sin embargo, la historia cambió radicalmente gracias a una mezcla de determinación colectiva y llamados de atención directos

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