Luego de una semana marcada por la expectativa, la lluvia y un Abel Sastre colmado, el “Aurinegro” salió decidido a buscar la heroica. El equipo de Pancaldo necesitaba dos goles para equilibrar la serie y llevó siempre la iniciativa ante un rival replegado y preparado para contraatacar.

El gol que encendió la esperanza llegó a los 18 minutos del segundo tiempo: centro de Galeano y una espectacular tijera del “Tanque” Silba para poner el 1-0 y desatar la ilusión en toda la ciudad. Madryn recuperó energía, empujó, apretó, y parecía estar a tiro de la remontada.

Sin embargo, a los 36’ llegó un golpe durísimo: Federico Recalde, una de las figuras del partido, fue expulsado por doble amarilla tras cortar una contra. Y con diez jugadores, la misión se volvió cuesta arriba.

Cuatro minuto

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