La tribuna intuye que necesita el refuerzo del aliento. Entonces, se piden “huevos” . Y el equipo, que deja correr la pelota entre los finos pies de su rival, se aferra a la resistencia . Boca, a esa altura de la noche, se viste con el overol y exhibe todo su pragmatismo. Aguanta la embestida final de Argentinos, que hizo gala de la posesión pero se quita el frac y envuelve el área de centros para sus cuatro delanteros. Sin embargo, el triángulo defensivo de azul y oro es muy sólido. Entonces, la victoria termina en el desahogo popular después del padecimiento, en un partido que impulsa a los xeneizes a las semis del Torneo Clausura, a la espera de Racing o Tigre, el próximo fin de semana, aquí mismo en la Bombonera.

La decepción viaja camino a La Paternal. Fundamentalmente, porqu

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